Debemos conocer las necesidades de los estudiantes para poder diseñar programas de aprendizaje acordes a sus carencias y fortalezas. Por lo tanto, como capacitadores tenemos que comprender al público objetivo e ir más allá de las descripciones comunes que nos muestran.
El Elearning le permite a los estudiantes elegir la combinación adecuada de herramientas de enseñanza para mejorar la experiencia de aprendizaje. Encontrar esta mezcla de elementos que satisfaga los requerimientos de tus usuarios requiere un esfuerzo de tu parte.
Hay muchas plataformas y cursos en el mercado que no se dan a la tarea de hacer una investigación previa y desconocen las necesidades de sus estudiantes. Esto da como resultado bajos niveles de conversión.
Los estudiantes en la actualidad han adoptado a la tecnología como parte de su día a día. Por lo tanto, al momento de acceder a cualquier plataforma o recurso online, desean que este funcione perfectamente. Además, de que cumplas con la oferta inicial que lo llevó hasta allí.
Asimismo, cada vez es más difícil tener la atención plena de nuestros estudiantes por ciertos elementos que pueden alterar su concentración, como son las redes sociales, llamadas telefónicas, ruido, fallas de navegabilidad, entre otros.
Enfócate en reunir recursos o materiales que puedan mantener todos los sentidos de tu estudiante atentos. Desde incluir sonidos o narraciones para el contenido, añadir música de fondo para las presentaciones, entre otras prácticas que manejen mucha interacción. Brinda una experiencia de aprendizaje electrónico multidimensional que llame su atención y aumente su nivel de compromiso a diario.
La calidad de la investigación que hagas previo a la creación de tu curso o de desarrollar una plataforma de aprendizaje, es clave para ofrecer un programa acorde a las necesidades de tus estudiantes.
Podemos basarnos en el mapeo de empatía donde utilizamos una serie de preguntas que te permiten conocer más detalles de ellos para crear soluciones efectivas.
Comprender un aspecto tan importante como la demografía te ayudará a establecer y seguir los valores que inspiran a tus estudiantes. Saber si tu público objetivo es suficiente como para generar los ingresos esperados con tu producto de formación online.
Asimismo, dentro de la demografía se incluye los niveles de formación y culturas de tus posibles estudiantes. Es una forma de saber el tipo de lenguaje que usarás en el programa de capacitación.
También se toma en cuenta si trabajan en oficinas o al aire libre. Es una forma de determinar su movilidad y las oportunidades que tienen de ingresar al curso. Si están expuestos al ruido exterior es probable que no puedan disfrutar de una capacitación con muchos audios. Mientras si están desde una oficina, se les hará más amigable la utilización de narraciones o fondo musical para relajarse mientras cumplen con las clases online.
Es necesario conocer qué tan cómodos se siente tu público objetivo con la tecnología. Evaluar qué tan dependientes son de los aparatos electrónicos como, teléfonos, computador o tablet.
Asimismo, otro aspecto importante es cómo accederán al curso, si es propio el dispositivo, de su trabajo o pareja. Este es un factor determinante para saber cuánto tiempo podrán invertir en su formación.
El nivel de actividades en redes sociales es otra característica importante, ya que puede limitar la dependencia del curso con estas plataformas. Si son de usar poco las redes sociales, se sentirán incómodos haciendo alguna actividad relacionada con ellas.
No puedes ofrecer un curso, sin saber previamente qué es realmente lo que necesitan aprender tus estudiantes. Hay muchos cursos que son creados y no tienen éxito por esta causa. Son hechos sin pensar a quién va dirigido y termina siendo una pérdida de recursos y tiempo.
Evalúa qué saben y qué quieren mejorar. Es posible que necesiten algunas actualizaciones de temas que ya dominen. Así como también conocer otras cosas que han evolucionado con el tiempo.
Algo que no se puede pasar por alto, es consultar el tiempo que tienen pensado dedicar a la capacitación. Además, de en qué circunstancias desean utilizar lo aprendido, qué problema pueden solucionar con ello.
Estar al tanto de la rutina de tu público objetivo es una manera de poder evaluar el tono y la duración de los temas. Si el contenido debe ser ligero, simple y mucho más divertido, para que los estudiantes retengan la información.
Asimismo, es una forma de identificar las limitaciones o desafíos que enfrentan a diario los participantes, como falta de tiempo, viajes largos por carretera, tareas domésticas, y más. Dependiendo de estos obstáculos, podemos idear alternativas que los ayuden a aprender de forma efectiva.
Sin estudiantes, es improbable que tu curso sea un éxito y genere las cifras que esperabas ganar. Tu principal objetivo antes de crear cualquier contenido, es conocer a tu público objetivo y trabajar en cubrir sus necesidades de forma oportuna y eficaz.
Como ya hemos mencionado, hay muchísimos cursos en el mercado que han sido diseñados sin pensar en el estudiante. Esto ocasiona que sean un total fracaso. Evita que este sea tu caso y comienza por analizar y crear una estrategia de aprendizaje que enseñe a los participantes a partir de esas deficiencias que desean corregir.
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