El tiempo de duración de un curso puede ser un tema con opiniones encontradas, pero como regla general, nos guiamos por crear capacitaciones breves y concisas. Por supuesto, que la extensión dependerá del tema, los enfoques de la instrucción y la habilidad que deseemos explicar.
Debemos asegurarnos de transmitir la información de forma clara, efectiva y asegurarnos de que sea procesada. Hay que tener claro que cada audiencia y tema tiene necesidades diferentes.
Existen recomendaciones que podemos tomar como guía para facilitar la decisión de cuánto tiempo de duración tendrá nuestro curso. De esta manera, podrá tener un tiempo adecuado y cumplir con los objetivos planteados de aprendizaje.
El tiempo de duración nos ayudará a desarrollar materiales siguiendo estos límites. Nos ayudará a medir la extensión de nuestros recursos como lo son vídeos, clases en vivo y audios.
Además, parte de lo que ayuda a aumentar los niveles de compromiso de nuestros estudiantes es ofrecerles lo que necesitan. Y estamos seguros, que no desean cursos que duren horas, mientras que pueda darles uno de menor tamaño, mejor para digerir y que atraiga su interés.
Recordemos que el tiempo es un recurso valioso para todos. Es imposible de recuperar, y si lo gastamos imprudentemente con lecciones muy largas, perderemos la confianza que inicialmente tenían en nosotros al comprar el curso.
No tienes porqué empezar a ciegas a construir tu curso y mucho menos en un aspecto tan importante, como es el tiempo de duración. Hay que tener presente cómo entregar una visión completa e integral del tema a nuestros estudiantes, sin afectar la retención del conocimiento. Aquí te dejamos algunos pasos a tomar en cuenta para determinar los minutos que debe tener una capacitación.
En este primer paso, debes esforzarte por saber quiénes son tus estudiantes, por ejemplo, el tipo de horario que tienen en su trabajo, si son recién graduados o son propietarios de pequeñas empresas. Hay datos que te darán una idea de cuánto tiempo disponible tienen para dedicarle a la capacitación. Además, de conocer dónde encaja el producto dentro de su estilo de vida.
Conocer a tu audiencia, y sus límites de tiempo, también juega un papel importante para atraerlos. Mientras más comprendamos sus necesidades, mayor será el nivel de compromiso de los estudiantes.
Profundiza en la investigación de tu audiencia. Utiliza herramientas analíticas para validar tu idea de producto formativo y ve visualizando un programa educativo que se adapte a las necesidades de tus prospectos.
Debemos identificar la curva de aprendizaje (la velocidad con la que se adquieren nuevos conocimientos) y el tiempo que se toma hacerlo un principiante. Al tener menos experiencia, la retención o desarrollo de nuevas habilidades puede necesitar un poco más de tiempo.
Según estudios, el compromiso de los estudiantes disminuye mucho cuando un vídeo supera los 2 minutos. A pesar de esto, curiosamente, el interés puede persistir desde los 6 hasta los 12 minutos.
No todos los temas se pueden condensar en pequeños fragmentos. Si necesitan más tiempo para comprender los conceptos básicos para poder ahorrar tiempo más adelante con material más avanzado, es comprensible.
Agregar complementos como ejercicios, plantillas y hojas de trabajo a su curso, es el equivalente a un correo electrónico de seguimiento. Te ayudará a mantener a todos en sintonía. Podrás ahorrar tiempo y brindarle una salida a esos materiales que consumirían muchos minutos, como lo son algunos vídeos o contenido escrito.
Asimismo, estos suplementos sirven para cubrir los materiales técnicos, como pueden ser políticas de alguna plataforma, sin necesidad de crear una lección extensa para ello.
Al diseñar un cronograma o lista de los suplementos que usarás en tu curso, ahorras tiempo tanto para el estudiante, como para el moderador de la capacitación.
Ya en este paso, debes tener todos los otros pasos hechos y a tu disposición, para poder crear un horario o cronograma final para tu curso. Debes comenzar por los módulos, tendrás que dividirlos en acciones y lecciones específicas.
La mejor forma de calcular el tiempo, es midiendo cuánto te toma a ti exponer ese tema a los alumnos. Al dividir su plan de estudios en unidades de tiempo digeribles, podrán revisar el material con el que necesitan más ayuda y podrás concentrar tus energías en hacer que tu contenido sea lo más conciso y útil posible.
Y algo que tienes que tomar en cuenta, es que armar un plan de estudio en unidades de tiempo te ayudará a estar al día con la producción de tu curso. Asimismo, podrás limitar la cantidad de horas dedicadas a crear vídeos extensos, por lo que ahorrarás dinero y tiempo.
Con los pasos que te hemos mostrado para determinar el tiempo de duración de tu curso, podrás orientarte sobre cómo organizar tu contenido y recursos, para no perder el interés de tus estudiantes.
El tiempo es un bien preciado para nosotros, y es un aspecto fundamental para captar nuevos clientes. Un curso muy largo o muy corto, no es garantía de éxito. Debes encontrar el equilibrio según el tema que aborda y la cantidad de contenido que tengas para mostrar.
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