Es preocupante que lo aprendido en la formación por los empleados no sea aplicado en su lugar de trabajo. Las capacitaciones no se tratan solo de adquirir conocimientos, realmente estos deben poder ser implementados para solventar problemas y aumentar el nivel de productividad en el área donde se desarrollan.
Cuando atravesamos un proceso de aprendizaje, no podemos limitarnos solo a estudiar para tener un buen puntaje en las evaluaciones. Debe existir un esfuerzo de ambas partes, tanto el programa de capacitación como el alumno, para ofrecer una experiencia de enseñanza que perdure y esté presente cuando realmente se necesite.
La transferencia de conocimiento de la formación online nos permitirá poder hacer las cosas de manera diferente y tomar mejores decisiones que mejoren nuestro desempeño laboral. Por lo tanto, la capacitación constante beneficia tanto a la empresa como al empleado.
La aplicación real en la formación online es la clave. Tu programa de capacitación no solo puede ofrecer reglas, principios y teorías. También requiere que les muestres a los alumnos cómo aplicarlos. Esto será de utilidad para que aprenda cómo identificar un problema y luego gracias a las habilidad o conocimientos adquiridos, podrá darle una solución más viable.
El compromiso y la motivación deben ser dos elementos que acompañen siempre a tus empleados en este proceso de aprendizaje. Asegúrate de establecer expectativas claras en torno a la formación, ya que puede ayudar a mejorar las actitudes positivas de los empleados hacia la transferencia de conocimientos.
Todos tenemos metas a corto y largo plazo, posiblemente desees un ascenso pronto o simplemente mejorar algunos aspectos de tus actividades diarias para aumentar tus niveles de productividad. Si tienes la posibilidad de obtener algún tipo de formación dentro de tu lugar de trabajo, debes aprovecharlo al máximo. No te quedes solo con la teoría, busca siempre poner en práctica cada enseñanza y verás como marca la diferencia en un futuro.
Está claro que la formación online nos puede ayudar a hacer mejor nuestro trabajo. Pero a pesar de esto, no todos los empleados ponen en práctica lo aprendido y es idóneo que conozcamos estas razones y trabajemos en corregirlas para superar estas barreras.
El principal error que cometen los diseñadores de cursos es que solo se fijan en compartir conocimiento, pero no piensan en cómo esta información será utilizada. El objetivo debería ser ofrecer una capacitación que tome como centro a los alumnos y busque satisfacer sus necesidades.
Un claro ejemplo de esto, es cuando hablamos de los problemas de algún equipo electrónico, pero no enseñamos cómo identificar y reparar esas fallas en un contexto práctico. Para cambiar esto, puedes empezar por brindarles el beneficio de poder elegir las actividades de la capacitación que más se alineen a lo que realmente necesitan.
En nuestras actividades cotidianas cuando queremos explicar algo, siempre nos manejamos con ejemplos para dar a entender nuestro punto. En el proceso de aprendizaje debe ser igual, enseñar a través de ejemplos es el mejor método para fijar los conocimientos. Además, ayuda al momento de estar frente a una situación que te conecta con lo mostrado en clases.
A través de videos o seminarios web pueden aprender mejor los estudiantes con los ejemplos prácticos que deseas mostrarles. Darles un montón de información está demostrado que satura a la mayoría de los participantes.
La estructuración del conocimiento es una habilidad basada en la síntesis. Es un método que enseña cómo analizar principios teóricos y hacer conexiones entre cosas aparentemente no relacionadas. Es una habilidad profesional crucial y pocas personas la tienen, pero no significa que no puedan aprenderla.
Sería ideal poder desarrollar esta habilidad en los estudiantes a través de juegos de asociación de palabras e imágenes, crucigramas, entre otros. Asimismo, es una actividad que ayuda a relajar a los estudiantes.
Cuando logren familiarizarse con estos juegos de vinculación, pueden aplicar este conocimiento a más áreas de su trabajo con la ayuda de mapas mentales, diagramas de flujo, y más.
Quizás esta sea la razón más obvia por la que los empleados no aplican lo mostrado en la capacitación en su lugar de trabajo. Hay que asegurarse de que cada persona comprenda el contenido mostrado. A pesar de que puedan comprender una parte, no es suficiente.
Si entienden y retienen completamente el tema, es más sencillo de relacionarlo con sus actividades laborales y poder aplicarlo apenas se les presente la oportunidad.
Cuando hacemos algún tipo de curso es con el objetivo de adquirir conocimientos que deseamos para complementarnos profesionalmente. Para lograr este objetivo en ocasiones existen obstáculos como los que mencionamos anteriormente que impiden aplicar lo aprendido.
Si el curso no se centra en el alumno o tiene un método deficiente para explicar los temas, es normal que los empleados al momento de necesitar ese conocimiento se encuentren dispersos mentalmente. Sin dudas, la falta de aplicación en el mundo real del aprendizaje en línea es la principal causa de no poder aplicar el conocimiento en un momento crucial.
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